"THAT’S SHOWBIZ BABY!": La ópera prima de JADE la consolida como IT girl
- ESZNA
- 18 sept
- 4 Min. de lectura
Barcelona, Cataluña

Texto: Adriana Agudetse
JADE ha llegado para quedarse. El pasado viernes 12 de septiembre la cantante británica lanzó su álbum debut, demostrando que en ocasiones lo bueno se hace esperar. Tres años después de la separación de Little Mix, reapareció en la escena con Angel of My Dreams, que fue más que un sencillo — fue una declaración de intenciones. Un año más tarde, nos regala una ópera prima que seguirá siendo relevante mucho después de su publicación.
La segunda canción, IT girl, contiene la frase que bautiza al álbum (“That’s showbiz, baby!”). El dicho, popular en países angloparlantes, se suele usar para trivializar el sufrimiento de la figura de la artista. Esta relación de amor-odio con la industria es el pilar sobre el cual Jade ha construido todo un mundo, hecho realidad gracias a la visión de un equipo compuesto por Mike Sabath, Pablo Bowman, Lostboy y muchos otros.
Es imposible recordar un momento de su carrera en que Jade no haya aprovechado su plataforma para apoyar al colectivo LGTBI+, así que no es de extrañar que esta canción sea considerada un himno gay. En una entrevista para Making The Album, la cantante enfatizaba el rechazo que le causa quedarse en el “yas, queen”: sabe que trabajar con artistas de la comunidad es indispensable para conseguir un sonido auténtico, y su proyecto a menudo rinde homenaje a la cultura y estética de las drag queens.

El disco avanza con FUFN (Fuck You For Now), para la cual colaboró con RAYE, realzando un plano oscuro y muy teatral. Plastic Box, el último sencillo, contiene todos los ingredientes necesarios para ser un éxito del pop. La cantante admitió que le daba reparo enseñarle esta canción a su novio, pues en ella expresa el deseo —tan conflictivo como real— de haber sido su primer y único amor. Para Midnight Cowboy, cuenta con una presentación del icónico Ncuti Gatwa (Sex Education, Doctor Who), y nos va quedando claro que los límites temáticos no existen: ya sea sátira del mundillo, amor o sexo, JADE no se muerde la lengua.
Algo que tenemos en común ella y yo es que seguiremos pidiendo justicia para Fantasy, su segundo sencillo que es precisamente eso, toda una fantasía disco. Con texturas nostálgicas que recuerdan a divas como Diana Ross y Donna Summer, el tema te teletransporta a una pista de baile de los setenta. A pesar de no haber recibido tanto amor como Angel, demuestra la versatilidad de la artista y su habilidad para brillar en cualquier género. Por si fuera poco, el videoclip está dirigido por el legendario David LaChapelle, que habiendo trabajado con artistas como Elton John, Whitney Houston y Amy Winehouse, llevaba ocho años sin ponerse el sombrero de director.
Tampoco se quedan atrás canciones como Unconditional —dedicada a su madre— o Self Saboteur, donde se sincera sobre sus tendencias evitativas en las relaciones. El álbum también cuenta con canciones más desenfadadas, véanse Lip Service y Headache, pero sea en el registro que sea, la cantante mantiene su cercanía y honestidad. Está claro que está bien rodeada en el estudio, porque la libertad para hablar sobre cualquier cosa en su música es palpable.

La vulnerabilidad de JADE es su superpoder, lo cual queda retratado en la potente balada Natural at Disaster, donde se luce como vocalista, o en Glitch, cuya letra ahonda en sus inseguridades fruto de la ansiedad. Las referencias de la artista, lejos de convertirla en una copia, reflejan su gusto y conocimiento musical. Un claro ejemplo es la ya querida Before You Break My Heart, que contiene una sample de Stop! In The Name of Love por The Supremes y no solo esto: utiliza un audio de la propia Jade cantando la canción de pequeña. En el vídeo, que es adorable, aparece su sobrina haciendo de mini Jade.
El álbum concluye con la introspectiva Silent Disco, reafirmándonos en que la decisión de hacer un álbum visual ha sido todo un acierto. El visualizer, en el que aparece su pareja Jordan Stephens —quien es parte del grupo musical Rizzle Kicks— recrea la apariencia de los dos en unas décadas, un precioso hincapié en que lo suyo es para siempre. Ya se ha convertido en la favorita de muchas fans.
THAT’S SHOWBIZ BABY es crudo, real y entrañable, con una originalidad que no nos sorprende en la artista, pero nos congratula. Es arriesgado en un momento en que hace falta, y al terminar de escucharlo sentimos que la conocemos mejor, que sabemos quién es Jade Thirlwall. Me recuerda un poco a contarle tus dramas a alguien y luego acabar con un “pero bueno” o “en fin”, porque no puedes hacer otra cosa. Tiene todo lo que hace falta para convertirse en un clásico del pop, y aquí en ESZNA, ya lo ha conseguido.

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